Necesitamos de la comunidad para sobrevivir tanto física como emocionalmente.
Es en el encuentro verdadero y amoroso con el otro, donde logramos reconocernos profundamente a nosotros mismos. Si yo te miro a ti y veo que lo que también eres en todas sus dimensiones, en alguna medida yo, también aprendo a conocerme y reconocerme. algo en lo esencial se calma. Por ello un ingrediente clave para la travesía del vivir, será el de sentirnos unidos y lograr unas relaciones ricas, fértiles, hermanadas y cooperativas, sean estas relaciones de pareja o no.
Los psicólogos Cindy Hazan y Philipp Shaver indicaron en sus investigaciones que los patrones de apego que los adultos establecen con sus parejas amorosas se parecen a los existentes entre los niños y sus padres:
- Las personas de apego seguro se sienten a gusto en situaciones de intimidad y suelen ser cálidas y cariñosas.
- Las personas de apego ansioso anhelan la intimidad, tienden a obsesionarse con sus relaciones y acostumbran a dudar de la capacidad de su pareja para corresponder a su amor.
- Las personas de apego evasivo equiparan la intimidad con una pérdida de independencia y se esfuerzan constantemente en evitar el acercamiento.