En estos tiempos en los que muchos no podemos literalmente abrazarnos, es también un momento de oportunidad para encender una llama en el corazón que llene de luz y calor nuestro pecho. Es un momento de oportunidad para estar más enfocados en nuestra realidad interior y vivir el cada día desde nuestra naturaleza profunda. Mantengamos el contacto con el ser esencial que somos y vivamos en las sincronías que asombran e inspiran en el camino. Es un tiempo de cuidar nuestro cuerpo y nuestra mente para ir más allá, al territorio del amor, el amor que barre al miedo.
Un nivel de consciencia expandida nos está esperando. El universo conspira con la renovación y crecimiento que cada uno precisa.