Mindfulness en el deporte: consiguiendo atletas en Estado de Flow

La Conciencia plena también puede optimizar el rendimiento deportivo.

Durante muchas décadas, la psicología del deporte ha dependido de la Terapia Cognitivo Conductual para poder controlar y modificar las variables psicológicas que intervienen en el rendimiento deportivo. Recientemente, la filosofía y praxis del Mindfulness ha despertado un gran interés entre los psicólogos deportivos, pues parece contribuir a una mejor predisposición psicológica por parte de los deportistas que lo practican.

La aplicación del Mindfulness en el deporte

Pero, antes de nada, vamos a responder a una pregunta básica: ¿qué es exactamente el “Mindfulness”?

Mindfulness significa prestar atención de un modo particular, a propósito, en el momento presente, y sin juzgar.

El Mindfulness mejora el rendimiento deportivo

Al hablar de la mejora del rendimiento deportivo, muchas personas piensan solamente en las variables físicas, sin embargo, el componente psicológico es muy importante. Pese a que el rol del psicólogo deportivo es desconocido por muchos individuos, cada vez más son los equipos y los deportistas que contratan los servicios de un psicólogo conscientes de los beneficios que aporta en diferentes aspectos del rendimiento deportivo, del entrenamiento o de las relaciones interpersonales.

La correcta combinación de las condiciones cognitivas, afectivas, fisiológicas, permite un estado óptimo de rendimiento en el deporte, parecido a lo que entendemos como Estado de Flow, pero aplicado al ámbito de lo deportivo.

El Mindfulness y las variables psicológicas importantes para un mejor rendimiento deportivo

Son muchas las variables psicológicas (motivación, nivel de activación, estrés, etc.) que van a ser decisivas para el rendimiento óptimo de un atleta, y muchas son las investigaciones que han demostrado su incidencia sobre los deportistas. Estas variables, además, conforman otras variables importantes (por ejemplo, dentro de la variable autoeficacia, la percepción de control) que también van a afectar al rendimiento deportivo del individuo.

Es importante destacar que estas variables están relacionadas entre ellas. Por ejemplo, la variable estrés puede afectar a la variable nivel de activación, o la variable nivel de activación a la variable atención (y viceversa). El Mindfulness, de manera directa o indirecta va a influir en muchas de estas variables, como pueden ser: el estrés, el nivel de activación, la atención, etc.

Por otro lado, el Mindfulness también va a influir positivamente en la autoestima y en la autoconfianza de un deportista, pues la interpretación “no enjuiciadora” característica de esta práctica, va a ser positiva a la hora de interpretar los éxitos y los fracasos. Esto también es importante para deportistas jóvenes, pues educándoles con Mindfulness en edades tempranas, se puede incidir sobre su bienestar futuro.

Además, la práctica Mindfulness va a ser beneficiosa en las relaciones interpersonales y en la cohesión de equipo, un factor determinante en deportes colectivos.

Gestión emocional y Mindfulness en el deporte

A diferencia de la Terapia Cognitiva Conductual, que asume la idea de que el mejor rendimiento deportivo se basa en el autocontrol o el cambio de comportamiento, el Mindfulness se centra en la idea de que el rendimiento óptimo es un estado que emerge de la aceptación de los pensamientos, emociones y sensacionescorporales sin intentar eliminarlos ni modificarlos, simplemente hay que observarlos de manera no enjuiciadora.

La aceptación de las emociones provoca una mejora tanto en la atención como en el nivel de activación, pues las emociones no se interpretan como negativas (incluso aquellas emociones que forman parte del estrés). El autoconocimiento emocional que se adquiere con el Mindfulness y la correcta regulación emocional fruto de este autoconocimiento y de “estar en el presente”, propicia un estado idóneo de rendimiento deportivo. El deportista que practica Mindfulness en el deporte se encuentra en “Estado de Flow”, pues su cuerpo y su mente están en sintonía.

El Estado de Flow en el Mindfulness

Las personas que habitualmente utilizan el Mindfulness, dejan de razonar, controlar y rumiar todo lo que les afecta de forma negativa, para fundirse en un proceso de aceptación, que trae consigo una unión entre el cuerpo y la mente, una unión con el presente. El deportista observa qué siente y qué piensa sin más trascendencia, y aumenta su concentración de manera considerable. Los pensamientos y emociones se dejan pasar, sin darles significado ni valor, consiguiendo un distanciamiento con éstos ya que no se controlan, solo se aceptan.

El tiempo se invierte en el presente: en la conciencia del momento, en las sensaciones corporales y en el Estado de Flow. Es decir, la energía no se invierte en preocupaciones o en expectativas futuras, y de esta manera se consigue una mejor rendimiento deportivo.

Mindfulness y lesiones deportivas

El Mindfulness se ha aplicado en numerosos campos con beneficios en variables tales como la gestión del estrés, el dolor o la calidad de vida. Pero en el el ámbito de la psicología del deporte no solamente se está utilizando para mejorar la gestión del estrés y la mejora del rendimiento de los deportistas, sino que también se está poniendo en práctica con deportistas lesionados.

Las lesiones deportivas tienen consecuencias negativas para el bienestar mental de los deportistas, pues provocan síntomas psicológicos resultantes (miedo, ira, autoestima baja, tristeza, etc.) que pueden tener un impacto significativo en la correcta recuperación. De hecho, estos factores psicológicos pueden contribuir a una mala adherencia al tratamiento, una reducción del rendimiento deportivo en la fase de readaptación, y provocar, incluso el abandono de la práctica.

Solé, Bruno, Serpa y Palmi (2014), en su artículo “Aplicaciones del Mindfulness (conciencia plena) en lesión deportiva”, publicado en la Revista de Psicología del Deporte, recomiendan la progresiva introducción del Mindfulness en la prevención y rehabilitación de lesiones deportivas, pues se ha demostrado que su aportación puede ser de gran utilidad, ya que consigue mejorar las siguientes variables: el equilibrio en la acción deportiva, la ansiedad pre-competicional, la reactividad emocional post-lesión, el control del dolor, la comunicación necesaria para que el deportista mejore la relación con su entorno y su equipo médico, la adherencia al programa de recuperación establecido, la capacidad atencional y la mejora de recursos de afrontamiento.

Noticia extraída de :Psicología y mente