Confianza. Actitud Mindfulness

 

Confianza

En este artículo nos adentramos nuevamente en las actitudes Mindfulness. Recordemos que se incluyen entre sí: cada actitud se apoya en el conjunto. Así, cultivar una conduce a ampliar las demás:

La aceptación nos invita a reconocer en cada momento “lo que toca”, con apertura al cambio y sin resignación, nos invita a fluir con la vida. En la medida que fluimos, desarrollamos la capacidad de soltar, que nos anima a dejar de luchar con aquello que aparece en nuestro camino, tomando consciencia sobre a qué nos aferramos y de cómo nuestra mente se ocupa de juzgar aquello que vivimos.

Trascendiendo el juicio podemos tomar distancia y elaborar una respuesta desde la coherencia de abrirse a toda la experiencia, frente a la réplica reactiva que garantiza dejarnos guiar por creencias limitantes y automatismos.

Solemos opinar sobre todo lo que nos ocurre, aunque en el fondo algo nos diga que juzgar “deforma” la vivencia de lo que acontece. La mente de principiante nos conduce a acceder a la experiencia directamente, libres de los filtros mentales que presuponen que ya la conocemos. Esa curiosidad investigativa permitirá que, atentos a lo que sucede en este preciso instante, vivamos desde la ecuanimidad aquello que se nos revela por primera vez.

Y es que, verdaderamente, cada experiencia es nueva.

La mente de principiante, trascender el juicio y soltar, son actitudes que nos ayudan especialmente a vivirnos en el presente y situarnos en una corriente tolerante y flexible hacia la vida, sin exigencia y sin apresuramiento.

Pero la vida se desarrolla en medio de fuertes vaivenes, especialmente en la actualidad. En un escenario así, para afianzarnos en el presente, serán excelentes compañeras de viaje la aceptación y la confianza.

Entrenar la confianza supone aprender a darse a uno mismo, sin cargar con lo anteriormente vivido. De este modo, cuanto más cultivamos la confianza en nosotros mismos, más podremos confiar en nuestras relaciones, en la naturaleza, y en todos los desafíos que vienen en la vida, en nuestra carrera profesional, en el devenir…

Cuando sintamos que nos falta esta actitud, es recomendable girar la atención hacia el propio cuerpo y sentir como nuestro organismo funciona de forma autónoma sin que nosotros hagamos nada, aprendemos a darnos cuenta de que ya confiamos en nuestro cuerpo.

Sabemos que estamos cultivando la confianza cuando sintonizamos con los compañeros de viaje, de vida, con los otros integrantes del equipo: tenemos presente que cada uno aporta lo que tiene para ofrecer y sentimos que unimos talentos para generar sinergia y complicidad. Podemos delegar puesto que confiamos.

¿Cómo te sientes cuando puedes confiar en los otros compañeros de viaje? ¿Te sientes participe, sientes la motivación, la inspiración y el compromiso conjunto?

A medida que practicamos la atención plena, nos damos cuenta de que somos nosotros mismos los que mejor sabemos “qué es lo que cada momento nos trae”. Dejamos de tener la necesidad de maestros exteriores, de “expertos” que nos cuenten qué nos está pasando aquí y ahora. Se trata de confiar en la propia autoridad para conocerte a ti mismo, en lugar de buscar esa autoridad fuera de ti, de confiar en ti y en tus propios sentimientos.

Es muy importante permanecer abiertos y ser receptivos a lo que podamos aprender de otras fuentes, pero, en definitiva, es mi vida la que tengo que vivir, y eso solo puedo hacerlo “yo” en este momento.

Al practicar la atención plena, asumimos la responsabilidad de ser nosotros mismos y de aprender a escuchar nuestro propio ser y a tener confianza en él.

Paradójicamente, cuanto más cultivemos esta confianza, más fácil nos parecerá confiar en otras personas y ver también en ellas su bondad básica.

Jon Kabat-Zinn

Tras la anterior aportación sobre esta actitud enfocada hacia el ejercicio de la atención en la vida cotidiana (conocida como práctica informal en Mindfulness), conviene traer que todos tenemos la capacidad de entrenarnos y profundizar en lo esencial, en aquello que se revela cuando el ruido mental se silencia y adoptamos una perspectiva más amplia. Es

en la sesión diaria, “en el gimnasio” (práctica formal), imprescindible pilar en el entrenamiento de la Atención Plena, cuándo y dónde las actitudes Mindfulness pueden “comenzar a sonar” o “repicar como campanas”.

Las prisas y los continuos ruidos que provienen del exterior distraen nuestra atención y energía…

… meditar nos da la experiencia de serenidad y concentración esenciales para la construcción de una auténtica autoestima y para afianzar la confianza en uno mismo y en los demás.

Miriam Subirana

Si observamos veremos que, en la vida, en la Naturaleza, el relevo de ciclos señala el permanente cambio y consecución de las cosas. Nuestros pensamientos, sensaciones y emociones tampoco permanecen. Tan solo permanece la observación y la consciencia de tan rotunda impermanencia. Todo es movimiento en el Universo, y la confianza en su ritmo nos trae crecimiento y enseñanza.

Solemos confiar en que alguien más conozca las claves, que algún otro lugar sea mejor, que algún otro tiempo lo resuelva todo. Pero es en el centro de nuestro ser donde tenemos la respuesta:

Tú sabes quién eres y tú sabes lo que quieres

Quizá experimentar la sencilla práctica de confiar en el momento presente, aceptando lo que ahora sentimos, pensamos o hacemos, se revele como un camino poderoso para asentar nuestra confianza interna:

Si podemos asentarnos aquí y soltar, para entregarnos a la rica textura del ahora, puede que descubramos que podemos confiar en este preciso instante…

…y que, en algún lugar, en lo más profundo de nosotros, hay un núcleo sano y digno de confianza…
Cuanto más difícil es el momento, más cerca está el cambio abrupto por el que nacemos a otra esfera. Si ahora hay nubes de dolor y confusión en su vida, acepte, observe, mantenga la atención… usted bien sabe que esto también pasa

José María Doria

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