El crecimiento como forma de superar el sufrimiento

 

El crecimiento no puede detenerse. Así como el Universo está en constante expansión desde hace millones de años, de la misma manera el árbol sigue acumulando anillos que testimonian su proceso de crecimiento sostenido. El ser humano no es ajeno a este imparable impulso evolutivo que nos empuja sin cesar, hasta el último instante de nuestra vida, a una continua expansión.

Este crecimiento psicológico y espiritual que sucede incluso en plena ancianidad, se ha visto recientemente refrendado por los descubrimientos realizados en el campo de la neuropsicología. La demostrada neuroplascticidad ha dado paso a la evidencia de que nuestro cerebro se modifica constantemente en función de la nueva información y experiencia que registra.

En este sentido, quien apuesta por el autocultivo está, a su vez, apostando por la renovación y la mejora continua.

El principio de neuroplasticidad cerebral señala que podemos crecer en habilidades y sabiduría hasta el momento de la muerte.

Desde la perspectiva transpersonal, no sólo nuestra biología es moldeada por la experiencia, sino también una dimensión vinculada con lo que podemos denominar lo espiritual y que se manifiesta en aspectos, tales como nuestra capacidad de amar, la sabiduría de vida o el nivel de autoconciencia.

Lo espiritual hace referencia al grado de amor y expansión de consciencia que se expresa a lo largo del vivir.

Reconocemos que la vida se despliega a lo largo de una escalera evolutiva. Esto se hace patente, por ejemplo, en la evolución del Cromagnon al actual Homo Sapiens; el cerebro humano también ha pasado por un proceso evolutivo desde las estructuras más arcaicas o reptilianas, hasta llegar a la complejidad del neocórtex. La vida se despliega en olas sucesivas de desarrollo que integran y amplían el escalón anterior. Un ejemplo de ello es la organización de las partículas que, una vez agrupadas entre sí, conforman la molécula que, a su vez, se agrupan e integran en células; las células, por su parte, dan lugar a un organismo…

Esta forma de organización aplicada al desarrollo humano nos conduce a la comprensión de que el siguiente nivel de desarrollo libera de los problemas del estadio anterior.

Un misterioso impulso evolutivo empuja al Ser Humano al continuo aprendizaje y expansión.

Desde esta perspectiva, para resolver muchos de los problemas que perturban al ser humano a menudo basta, simplemente, con ampliar la mirada y dejarnos llevar por la vida hasta el siguiente nivel de comprensión ensanchado.

Terapia Transpersonal