Entrevista con Darina Nikolaeva en la revista Elle: Qué son las constelaciones familiares y cómo pueden ayudarte

Te servirán para descubrir si estás repitiendo patrones de comportamiento “heredados” de tu familia y para disfrutar por fin de relaciones más sanas y conscientes.

Seguramente habrás oído hablar alguna vez sobre las constelaciones familiares pero no tengas muy claro de qué va esto o incluso te suene a terapia alternativa rara. ¿Es algún tipo de técnica psicológica? ¿Puede ayudarte a resolver conflictos familiares o personales? Para aclarar todas tus dudas ¡y las nuestras! hemos acudido a la Escuela Española de Desarrollo Transpersonal, donde sus terapeutas utilizan este método.

Como nos explica Darina Nikolaeva, psicóloga por la UAB, terapeuta transpersonal y sistémica especializada en constelaciones familiares y sistémicas, y coordinadora de la Formación en Terapia Sistémica y Constelaciones Familiares de la EDTe“las constelaciones familiares son un método terapéutico especialmente indicado para ampliar la comprensión de las relaciones que se dan en el seno de una familia, así como para tomar consciencia de determinadas dinámicas transgereneracionales que se repiten en una familia a lo largo del tiempo”“Esta ‘herramienta’ fue ampliamente extendida por el psicoterapeuta alemán Bert Hellinger desde la década de 1970”, añade.

Como nos aclara Darina, “dentro de los modelos o escuelas de la terapia sistémica o familiar, que comenzó a consolidarse desde mitad del siglo XX, las constelaciones familiares son un método terapéutico encuadrado dentro de la Escuela Experiencial”.

El que alguien aplique y trabaje con este método o no, como apunta Nikolaeva, “dependerá del marco terapéutico desde el que aborda su labor de ayuda y acompañamiento a terceros, así como de su propia formación”. Pero, como recalca, para poder aplicar o trabajar con este método, es necesario estar formado en Constelaciones Familiares, así como tener una amplia cultura terapéutica de las relaciones humanas.

Lo entenderás con este ejemplo

Según Nikolaeva, de las comprensiones que surgen durante una constelación familiar derivan cambios que contribuyen a unas relaciones más sanas y conscientes. “Otro de los beneficios de esta herramienta terapéutica es que contribuye a detener la repetición inconsciente de determinados patrones emocionales y de conducta que generan limitación o sufrimiento, y que tienen en ocasiones su origen en sucesos del pasado, incluso varias generaciones atrás”.

La experta de la EDTe nos pone un ejemplo para comprender lo anterior: “Imaginemos una familia en la que, durante la guerra, el abuelo paterno fue un general militar que ordenó ejecutar a cientos de personas. Al terminar la guerra, éste quedó impune, quedando aquellas ejecuciones sin reconocer ni compensar. Tres generaciones más tarde, uno de los nietos experimenta, sin lograr explicarse el por qué, un sentimiento de profunda culpa y vergüenza por ser quien es… Se le contrae el estómago cada vez que tiene que decir en voz alta o escribir su apellido paterno; siente que debe ‘algo a alguien’ que no logra comprender. A pesar de trabajar en una ONG, no logra superar tales sentimientos, hasta que acude a una constelación… Durante el proceso de la constelación familiar, este hombre hilvana sus sentimientos con aquellos hechos sucedidos durante la vida de su abuelo y ‘cargados’ por él con una gran culpa… Experimenta una gran sensación de alivio por esta profunda comprensión liberadora que, por fin, ha podido emerger a la consciencia”.

Como recalca Nikolaeva, “desde la perspectiva terapéutica, se puede decir que las constelaciones son un método centrado en soluciones, lo cual significa que el foco está más centrado en encontrar una vía de solución para el manejo presente de la fuente de conflicto y dolor, que en desentrañar las causas que lo originaron”.

constelaciones familiares

Cómo es una sesión de constelaciones familiares

Como nos explica la experta, una constelación familiar se puede desarrollar tanto en grupo como en sesión individual. En cualquiera de los dos formatos, el cliente configurará su sistema familiar con la ayuda y acompañamiento del terapeuta. El primer paso consiste en la concreción de la demanda y punto de conflicto de la persona que quiere constelar para, en una segunda fase, decidir los miembros de la familia que incluirá en la configuración de su sistema familiar”.

Si la constelación familiar se realiza en grupo, cada miembro de la familia, como explica Nikolaeva, será representado por uno de los asistentes a la sesión de constelaciones familiares. “En caso de llevarse a cabo en sesión individual, la imagen del sistema familiar se configura con muñecos, o bien con un tipo de figuras habitualmente denominadas anclajes”, añade.

constelaciones familiares

Constelaciones familiares en grupo

Como explica la experta de la EDTe, “una vez concretada la demanda por parte del cliente, el terapeuta le indica que escoja, de entre el grupo de participantes, a una persona por cada miembro de la familia y a otra que le represente a él o ella misma; estas personas representarán a los miembros de la familia en la constelación familiar. De este modo, habrá tantos representantes como personas de la familia del cliente se hayan decidido incluir en la configuración de la constelación”.

El paso que sigue consiste, como nos cuenta Nikolaeva, en que la persona que constela sitúe en el espacio a los representantes de su familia y al representante de él o ella misma, “de tal forma que la posición en el espacio y la dirección de la mirada de cada uno/a exprese las relaciones entre todos ellos, según sienta el cliente que son estas”“Si, por ejemplo, el cliente siente que su padre y su madre no se llevaron nunca demasiado bien, es posible que coloque a ambos algo distanciados entre sí y, además, sin mirarse entre ellos”, apunta.

“Una vez que los representantes ocupan el lugar que se les ha indicado en la sala, lo que emerge es una imagen de los vínculos existentes en la familia del cliente”, explica la experta. “Es decir, se obtiene lo que podríamos llamar una ‘fotografía sistémica’, en la que se comienza a comprender la naturaleza de los vínculos en esa familia. Esto, de por sí, tiene un gran poder transformador, ya que permite ‘ver’ algo tan intangible como real, como lo son las dinámicas de relación entre las personas”, añade.

En una segunda fase de la constelación, como nos cuenta Darina, el terapeuta pide a los representantes que se centren y se experimenten en “los zapatos de quien están representando”. “Lo habitual es que los representantes, cuando centran la atención en sus sensaciones corporales y en cómo se sienten en relación a los demás representantes, comiencen a experimentar ciertos cambios emocionales o físicos (tensión, frío, ganas de llorar o de abrazar…)”, dice. “Lo que en realidad sucede es que emergen las dinámicas relacionales que operan entre estas personas de una forma vivencial. El cliente atestigua todo ello, al tiempo que es acompañado por el terapeuta en este proceso de ir tomando consciencia de lo que está sucediendo en el ‘escenario’ de la constelación”, apunta.

Cuántas sesiones hacen falta

Como nos explica Nikolaeva, “al tratarse de una herramienta terapéutica, y no de un tipo de terapia o proceso terapéutico en sí mismo, las sesiones de constelaciones familiares suelen aplicarse en intervenciones puntuales”. Así, el número de constelaciones familiares a las que uno acude dependerá de cada persona y de cada caso.

“En ocasiones, sobre todo cuando lo que emerge durante la sesión es traumático, posiblemente la persona tendrá que digerir y posar lo vivido durante la sesión o, incluso, sentirá la necesidad de trabajarlo posteriormente en un proceso terapéutico”, dice Darina. “Hay quienes asisten regularmente a talleres o sesiones de constelaciones familiares por el enriquecimiento que aporta el hecho de ‘ponerse en la piel’ y atestiguar tantas situaciones de vida que, al fin y al cabo, nos hablan de humanidad compartida”, nos cuenta esta experta.

PARA QUIÉN ESTARÍA RECOMENDADA ESTA TERAPIA

Como apunta la experta, las constelaciones familiares están especialmente indicadas para aquellas personas que sienten tener una “gran carga familiar” experimentada como un peso en sus vidas.

“Por otra parte -cuenta Darina-, quienes acuden a una constelación familiar suelen querer trabajar determinados conflictos que se dan en su día a día de forma repetida; conflictos que no logran resolver a pesar de llevar, en ocasiones, años de largos procesos terapéuticos“En estos casos, es común que expresen el sentimiento de que, de alguna forma, su conflicto les trasciende en el sentido de no encontrar forma de explicarlo revisando tan sólo su propia biografía vital”, añade.

Por último, como dice la experta de la EDTe, “este método está indicado para aquellas personas que quieren ampliar su autocomprensión más allá de sí mismas, abarcando su origen familiar”.

Fuente: Elle

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