Mi vida sin mí, la Autoestima en la mujer

Muchas mujeres nos hemos pasado parte de nuestra vida buscando fuera de nosotras mismas el reconocimiento, el amor, la aceptación… En nuestro día a día, a menudo sigue habiendo detrás de nuestras acciones una necesidad de aprobación externa, así como de reconocimiento del otro. En realidad, la Autoestima en la mujer parte de desplegar una mirada interna, conectando con la dimensión femenina profunda.

Quizá te has visto alguna vez accediendo a ir a una comida familiar a la cual no te apetecía acudir; pero finalmente ibas con el fin de sentirte reconocida como “buena” hija, hermana, nuera, etc.

¿Cuántas veces has dicho “sí” a tu pareja, cuando realmente querías decir “no”, con tal de no sentirte rechazada?

¿Alguna vez te has encontrado en un círculo de personas en el que realmente no te sentías a gusto, pero no lo expresaste ni tomaste ninguna decisión al respecto por miedo a no ser aceptada?  Si es así, de manera natural te preguntarás:

“¿Qué puedo hacer para dejar de poner la mirada fuera, y mirar qué es lo que realmente sucede dentro de mí? ¿Qué puedo hacer para coger las riendas de mi vida?”

 

 

Lo primero que te sugiero es que comiences a prestar atención a tu cuerpo en el día a día.

El cuerpo es una magnifica caja de resonancia, que emite una serie de “señales” indicadoras de cómo estamos percibiendo y sintiendo aquello que vivimos.

Es evidente que no somos mujeres autómatas sin emociones ni sentimientos; así como que nuestro cuerpo, ante lo que experimenta, se expresa.

A medida que vamos aprendiendo a reconocer nuestro cuerpo y valorar lo que aporta, vamos abriendo un espacio a sus “mensajes”; de este modo, conseguimos darnos cuenta de los automatismos y tomar conciencia, asimismo, de aquello que habita en nuestro inconsciente.

Es realmente sorprendente el gran número de cosas que hacemos cada día de manera automática, sin pararnos a sentir ni a pensar lo que realmente necesitamos.

En este sentido, es importante dar espacio a lo que ocurre en nuestro interior, y poder elegir si seguir haciendo lo que hasta ahora (hacer lo que los demás esperan de mí, ser “buena”, evitar un conflicto…)… O llevar a cabo lo que realmente está alineado con una dimensión más profunda. Con la ampliación de la autoconciencia, podemos elegir el papel de víctima, culpabilizando a los demás de todo lo que nos ocurre (especialmente de aquello que no nos gusta); o elegir ser responsables, tomando así las riendas de nuestra vida.

 

¿A qué te apetece jugar?

Quizás pienses: “es muy difícil”, “no sé hacerlo de otra manera”, “soy así y no puedo cambiar”…

Hay otro componente que puede contribuir a ampliar más tu mirada y expandir aquello que hasta ahora te era conocido:

Las creencias

El ser humano percibe el mundo y los estímulos que le rodean a través del filtro de sus creencias.

Las creencias limitantes conforman una percepción de la realidad que nos impide crecer, desarrollarnos y vivir plenamente. Tienen peso, porque suelen ser inconscientes y, debido a ello, determinan el significado que atribuimos a los acontecimientos.

Por ejemplo, si de pequeñas hemos vivido situaciones en las que hemos interpretado (o nos han dicho) que no valemos, siendo ya adultas podemos tender a anteponer lo que los demás quieren/necesitan ante la propia necesidad. Sucede, incluso, que alguno de nuestro vínculos confirman esa creencia soterrada.

¿No te sientes cansada de cargar con tanto peso?

Es importante entrenarnos en la autoobservación para conocer nuestras creencias y aceptarlas. Si las reconocemos, podemos dejar de omitir y percibir de forma distorsionada cada situación. Podemos, en definitiva, ampliar la mirada y alinearla con lo que “de verdad está sucediendo”.

Por eso te invito a que te plantees si hay alguna creencia que no te permite contemplar con claridad la realidad. Si es así, la toma de conciencia y la decisión interna de atravesarla te va a predisponer a actuar desde la creatividad, la firmeza y la seguridad en ti misma.

De este modo, irás integrando las experiencias y experimentando una mayor  autovaloración, escucha y atención hacia ti misma.

En realidad, esta es una propuesta para aprender a amarnos y aceptar todo lo que aflora desde nuestro interior. Una propuesta que conlleva el ser conscientes de nuestro mundo interno. Es, asimismo, un camino por el que aprender a cuidarnos y atender todo nuestro ser.

Se trata de un camino que nos lleva progresivamente hacia una mayor conexión con la vida, al tiempo que nos permite situarnos desde el empoderamiento y la plenitud.

Si quieres profundizar en esta temática, te puede interesar nuestra formación en:

 

círculo mujeres

Escrito por:

Sara Segura
Sara Segura
Tutora de la EDTe
Atención al alumno Formación Continua