MI PAREJA, MI MAESTRO EVOLUTIVO. Crecer en pareja

La vida nos brinda aquellas relaciones y situaciones propicias para nuestro crecimiento.  En especial, la relación de pareja constituye un verdadero “laboratorio” para el desarrollo. Si vivimos el día a día con la persona que nos acompaña en nuestro camino de vida como una oportunidad de autodescubrimiento, es posible crecer en pareja.

La visión transpersonal de la existencia invita a preguntarnos acerca del PARA QUÉ de todo acontecimiento. Para indagar en esta dirección en el ámbito de la pareja, cabe resaltar la importancia que tiene el darnos cuenta de aquello que la relación nos señala de nosotros mismos.

A la pareja la elegimos y nos elige. Esa elección que hace que dos personas se conviertan, durante el tiempo que dure la relación, en compañeros de vida y camino, no es casual.

¿Qué es lo que nos impulsa a iniciar una relación con una determinada persona y no con otra?…

Desde la química que estimula la atracción inicial, hasta esa razón profunda con apariencia de “nosequé” sutil, así como toda una serie de características en el perfil del otro, hacen que nos decantemos por esa persona… Y no por otra.

Si además tenemos en cuenta la infancia, la biografía emocional y el bagaje evolutivo de cada cual, se hace todavía más evidente que ningún vínculo es “fortuito”.

Buscamos la compañía, la complicidad, la sintonía y sin duda, también “sanar” heridas del pasado. Queremos comprender rasgos de nosotros mismos a través de la función de “espejo” que el otro nos ofrece.

Proyectamos nuestras necesidades y “nos enamoramos” exactamente de aquello que necesitamos para que nuestro nivel de conciencia dé un salto evolutivo.

Buscamos, asimismo, la compensación de las carencias, encontrando “perfiles parecidos a los del pasado”. Esto nos brinda alivio y reparación, pero también nos impele a la repetición de patrones.

De ahí surge a menudo la imposibilidad de romper con relaciones basadas en roles sustitutos. En ocasiones, a pesar de sentir que la relación no da más de sí, no se es consciente de que en realidad lo que cuesta es “abandonar a papá”. O que incluso permanecemos en una relación para evitar dar “un disgusto a mamá”.

Muchas relaciones se sostienen de manera inconsciente con respecto a lo que esa unión representa y regala. En este tipo de vínculos, el enfoque que prevalece no es el del crecimiento y el desarrollo.

Nuestro modo de relacionarnos, el tipo de apego que establecemos y las “sombras” que surgen durante el camino, son algunas de las perlas de comprensión que la relación de pareja nos brinda.

En este sentido, el camino de las relaciones puede devenir una oportunidad para profundizar en el autoconocimiento. Es decir, se puede convertir en una oportunidad para crecer en pareja.

Si queremos enfocar la relación de pareja como un camino de autoconciencia, los cimientos del vínculo serán el íntimo compartir, el proyecto en común y la ayuda mutua en el vivir.

Cuando el apego del vínculo es sano y seguro, la relación con el otro resulta toda una experiencia de la expansión del AMOR.

Bien merece la pena cuidar el amor de pareja, permaneciendo atentos al devenir de sus fases y sus diferentes tramos, según la evolución de cada parte integrante.

Una buena comunicación es la base para el buen funcionamiento de la pareja y para su crecimiento.

Sin embargo, en las relaciones subyacen a menudo resentimientos, reproches, expectativas, exigencias, decepciones, emociones bloqueadas, problemas en la sexualidad, diferentes ritmos y escala de prioridades, discrepancias en relación al modo de educar a los hijos y necesidades no expresadas. Aquello que no se gestiona, poco a poco van minando la salud de la relación y puede derivar en ruptura.

Poner el foco no sólo en lo que el otro “no me da” o en lo que “hace mal”, si no en la asunción de la propia responsabilidad, marca la diferencia en cuanto al rescate de la pareja y el resurgir de ambos desde lo más bello del Ser.

Una buena terapia de pareja fomenta ese espacio de comunicación guiada; un espacio que brinda la posibilidad de afrontar los conflictos desde un lugar de respeto e inteligencia emocional. Dicho espacio no está exento de sinceridad y apertura, actitudes que permiten la toma de decisiones maduras, tanto para honrar la relación, agradecer y soltar extrayendo el aprendizaje, como para desempolvar el amor cuando está cubierto por silencios y desencuentros.

En definitiva, una buena terapia de pareja fomenta el íntimo reencuentro en la pareja, desde un mayor nivel de maduración.

Si quieres profundizar en esta temática, te puede interesar nuestra formación en:

terapia transpersonal de pareja

                                   
mayla

Escrito por:
Mayla J. Escalera

Tutora del módulo Duelo y Muerte de la EDTe

Terapeuta Transpersonal