Pepita de Oro: “Elijo soltar la autoexigencia; elijo la compasión”

“Elijo soltar la autoexigencia; elijo la compasión”

El equipo de tutor@s de la Escuela de Desarrollo Transpersonal queremos compartir contigo nuestras “Pepitas de Oro”.

Las Pepitas de Oro son nuestras comprensiones más significativas, fruto de lecturas e indagaciones, compartidas y recopiladas a lo largo de los últimos meses en nuestras reuniones de tutores.

Deseamos, de corazón, que estas íntimas comprensiones te inspiren en tu propio proceso de búsqueda y desarrollo.

“Su destino depende de las elecciones que haga. Elija ahora. Elija bien”.

Anthony Robins

Hace 15 días estaba en casa y había terminado de trabajar. Tuve la tentación de sentarme a leer en el sofá, pero me dejé llevar por mi afán perfeccionista y finalmente decidí ponerme a recoger.

Cuando estaba limpiando el patio, se me partió el palo de la escoba y sentí un dolor muy fuerte en la mano con la que estaba haciendo más presión. Me había hecho un corte bastante profundo. Traté de cortarlo metiendo el dedo debajo del grifo, pero no pude.

Comencé a marearme y hasta pasados unos minutos no conseguí salir de casa para ir al Centro de Salud.

En esos momentos me sentí muy vulnerable. Mientras esperaba, al estar en contacto con el dolor físico, tomé conciencia del diálogo interno que me había acompañado durante todo el día: duro, tenso y crítico.

Una vez me limpiaron y cosieron la herida, me di cuenta de que me había olvidado las llaves al salir, y nuevamente me juzgué por ello…

Decidí esperar a que llegara mi pareja en una cafetería que hay al lado del portal. Al sentarme, leí la frase, y me llevó a reflexionar sobre la compasión.

Al tratar de abrazar todas las sensaciones y emociones que estaban surgiendo, me di cuenta de que en algunas ocasiones me instalo en la autocrítica, como si el hecho de tratarme con amabilidad me fuese a llevar hacia la autocomplacencia.

Al observar este proceso dando un paso atrás, conecté con la necesidad de estar conmigo misma, y de preguntarme más a menudo “¿Cómo puedo ayudarme?”.

Desde hace unas semanas elijo soltar la autoexigencia. Soy humana, soy imperfecta, y ahora sé que la motivación que necesito para seguir progresando nace de un espacio interno de seguridad.

Cultivarlo es mi responsabilidad. Renovar mis acuerdos internos es mi prioridad.

Poco a poco me voy sintiendo más ligera, con el corazón más abierto, tanto hacia dentro, como hacia fuera.

Escrito por:

Begoña Martínez-Avial

Tutora EDTe