Meditar es ejercitarse en estar plenamente atentos y conscientes a lo que somos y experimentamos en cada momento. Es “darse cuenta” de los procesos internos, al tiempo que nos mantenemos deliberadamente enfocados en el ahora, instante a instante y abiertos ante el devenir. Fundamentalmente, meditar es “observar” y “atestiguar” en la presencia consciente.
Esta observación neutra y desapegada se entrena ejercitando la estabilidad interna de los enfoques mencionados a la postura, la respiración y la actitud. Se trata de un ejercicio destinado a ser realizado durante los 22 o 25 minutos que suele durar la práctica formal cotidiana.
En realidad, el entrenamiento meditativo diario tiende a otorgar a la vivencia de cada jornada, una relevante calidad de profundidad y significado que nace de la atención plena. Ahora se trata de pasar del “modo hacer” al “modo ser”, tan sólo ser en toda su hondura y sencillez. Una vez ahí colocados, la acción surgirá de manera armoniosa.
El silencio es el abono que hace florecer el alma
Red Mundial de Meditación
Retiro de Meditación Semana Santa