Ya nos somos pocas las personas que nos acercamos a la práctica meditativa comprobando los beneficios postulados por las neurociencias que conlleva para la vida cotidiana del practicante.
Esta “Gimnasia de la Atención Plena” consiste en entrenar el estado de presencia. El progresivo ensanchamiento de la atención nos lleva a un conocimiento más profundo de nosotros mismos, de nuestro mundo emocional y a una mejor gestión de nuestro día a día y de la relación con nuestro entorno.
Cuando sostenemos el compromiso del silencio y la quietud durante veinte minutos diarios, se despliega en nosotros de un modo gradual la dimensión llamada Conciencia Testigo, que nos permite observar los propios contenidos de la mente, abriéndonos a una silenciosa transformación que incide en las mismas raíces de la persona, activando un “gran motor” evolutivo de expansión y progreso.
“Quien mira hacia afuera sueña. Quien mira hacia adentro despierta” C. G. Jung
Esta Escuela, durante un proceso formativo como el de Instructor/a de Meditación, ofrece lo experimentado y vivenciado en hondura a lo largo de estos años en el contexto del desarrollo integral del ser humano. La práctica de la meditación ha demostrado ser un camino con beneficios sin límites, en el autoconocimiento y la aceptación como modo de disolver resistencias del ego y abrir el corazón a la coherencia y a la compasión. Esta Formación integra las raíces contemplativas de la antigua sabiduría y las modernas investigaciones de la neurociencia en el ámbito de la meditación y el mindfulness. Conlleva en su núcleo didáctico un entrenamiento atencional que posibilita la apertura a una mente sosegada y el conocimiento profundo de uno mismo.
Recomendamos esta aventura a quienes deseen recorrer un camino al ser profundo, a las personas que desean integrar la meditación como despliegue de la autoconsciencia y a las que se orienten a servir a otros acompañando en esta vía.
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