José María Doria & equipo hemos regresado con el alma un poco más ensanchada tras el Retiro Transpersonal que tuvo lugar en Tepoztlán, México, los días 17, 18 y 19 de marzo.

Resulta difícil encontrar palabras para describir tan honda experiencia como la vivida durante el fin de semana, en el Retiro Transpersonal con José María Doria y equipo en Tepoztlán, México.

Tal vez la palabra Belleza logre transmitir una pizca de lo vivido. Conciencia es otro término que transmite lo cultivado durante las 48 horas compartidas. Verdaderamente, ha sido un encuentro transpersonal; un encuentro de abrazo con el silencio, de comunión entre los 50 asistentes, de recuerdo de lo Profundo, de palabras auténticas e instantes conmovedores.

Uno de los asistentes expresa así su experiencia:

“Es un antes y un después… Un camino de conocimiento profundo que rescata el alma”

Alfonso Torres

Porque no es tanto lo que se dice en estos encuentros, sino más bien el espacio que se genera. Un espacio que facilita la expresión genuina y la sintonía con algo más grande; un espacio donde surge la comunicación profunda y se da, asimismo, el reencuentro con la sabiduría del corazón.

El encuentro comenzó viernes por la tarde, no sin cierto nerviosismo; algunos nos conocíamos, otros rostros eran todavía desconocidos.

Al despedirnos domingo en un gran círculo, teníamos ya la sensación de conocernos de toda la vida: nos habíamos vinculado desde un lugar hondo, habiendo compartido muchas miradas y silencios, meditaciones…

¡Cuántos paisajes compartidos en dos días!

Una vez más, regresamos de México con el corazón pleno y con una sonrisa al recordar esos bellos rostros.

Y también, una vez más, esta vivencia compartida nos ha dejado el gran regalo de recordar el propósito de la Escuela Española de Desarrollo Transpersonal: trabajar a favor del desarrollo de la conciencia, facilitando rutas para acceder a la dimensión esencial.

Gracias México, te llevamos en el corazón.

El Equipo de la EDTe.