Algunas veces puede ser difícil frenar los pensamientos negativos o los estados de ánimo que drenan nuestra energía. “Respirar una actitud” nos ayuda a anclarnos en el poder del corazón y a devolver el equilibrio a nuestros pensamientos y emociones. Es como sumergir nuestros sentimientos incómodos en un baño caliente y reconfortante. Le quita el “fuego” a pensamientos y emociones contractivas restando “combustible y poder”.
Se trata esta de una técnica recomendada especialmente para sosegarnos cuando sentimos ansiedad, o antes de que tenga lugar una situación que habitualmente nos conduce a ella. Nos devuelve al equilibrio y la calma.
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