Extracto del siguiente taller
Taller práctico: El arte de la Terapia
¿Eres consciente de que acompañamos todo el tiempo a las personas que nos rodean y con las que nos relacionamos? ¿Y que acompañar desde la presencia compasiva es un arte?
Durante un tiempo de nuestra vida nos movemos en torno a una imagen que conformamos. Una imagen de nuestra vida, de nuestro pasado, de nosotros mismos. Pero no somos conscientes de esta imagen que opera ni somos conscientes de que podemos cambiarla. Lo que somos tiene mucho que ver con la creatividad en el sentido que somos algo nuevo a cada instante.
Si “estamos hechos de vida”, ¿cómo no vamos a ser nosotros mismos material creativo y susceptible de ser recreado una y otra vez? No hay nada más creativo e imprevisible que la vida misma. ¿Cómo no vamos a ser nosotros una obra sin acabar y en creatividad constante?
Necesitamos volver a dar significado a lo vivido. De un día a otro no cambiaremos nuestro pasado, tampoco servirá “esconderlo bajo la alfombra”, hace falta una transformación. Para poder resignificar nuestra vida, y poder entrar en sintonía con el flujo creativo del cada día, todos tendremos que realizar tarde o temprano “trabajo de campo” al que no sustituye “el mapa”: experimentar, probar, aceptar, sustituir … Todo un proceso creativo que nos llevará a vivir con mayor plenitud.
El fundamento de la terapia es la propia experiencia humana. Es de nuclear importancia comprender que los seres humanos nos somos un problema, en todo caso, tenemos un problema. Así, el acompañante se debe exponer a lo nuevo constantemente, abierto a la experiencia según se va dando, a través de la dimensión creativa de la terapia.