La Terapia Transpersonal ante el conflicto

Una de las principales razones que motivan a iniciar un proceso terapéutico es el conflicto: el conflicto con uno mismo, con la familia, con la pareja… ¿Cómo se trabaja desde la Terapia Transpersonal ante el conflicto? En este artículo profundizaremos en ello, al tiempo que nos adentraremos en cuestiones tales como:

¿Qué entendemos realmente por conflicto?

Cuando pensamos en conflicto, ¿qué palabras afloran?,

¿Qué nos evoca el término conflicto?, ¿tal vez perturbación, contradicción, incomodidad, reto, lucha, presión, indecisión, impotencia, opacidad…?

Puede que tales sensaciones respondan a una no aceptación de la realidad del momento, o bien a una necesidad de cambio que no atendemos, o incluso a una divergencia entre lo que pensamos y sentimos.

Podríamos decir, por tanto, que el conflicto es el resultado de tensiones opuestas.

El término conflicto deriva del verbo latín ‘confluyere’, y su significado etimológico tiene que ver con visiones contrapuestas, a veces incompatibles, que confluyen. Es decir, una encrucijada en el camino. Ello ocurre cuando la vida nos indica la necesidad de hacer algo diferente para seguir avanzando. De alguna manera el conflicto tiene que ver con elegir entre diferentes opciones, entre caminos divergentes.

¿Qué respuestas solemos dar al conflicto?

¿Lucha? ¿Resistencia? ¿Resignación? ¿Huida? ¿Reacción? ¿Evitamos mirarlo, hacemos como que no existe? ¿Lo reprimimos? ¿Nos escondemos? ¿Nos paralizamos? ¿Lo proyectamos?

A menudo sucede que proyectamos el conflicto fuera: con el jefe, con la amiga y el amigo, con la sociedad, con la pareja… Pero la divergencia, el desacuerdo o la ruptura son, en el fondo, de origen interno, aunque aparenten estar del todo fuera de uno mismo.

En realidad el conflicto surge a raíz de cierta incoherencia, de una contraposición entre lo que pensamos y lo que sentimos, entre lo que una parte de nosotros cree que debe hacer, y lo que profunda y verdaderamente sentimos que queremos hacer.

El hecho de resistirse a mirar de frente al conflicto genera contradicción. Superadas tales resistencias, podemos abrirnos a las oportunidades de aprendizaje que nos brinda tal situación: oportunidad de crecimiento, así como de ampliación de la propia mirada; oportunidad asimismo de ver y descubrir lo que hay más allá del aparente obstáculo.

El origen del conflicto

De niños, la búsqueda del amor, de “ser vistos” y del sentimiento de pertenencia a la comunidad, hace que seamos capaces de hacer cualquier cosa para pertenecer a ese sistema.

En realidad al nacer tenemos una conexión muy nítida con nuestras necesidades psicoemocionales. Pero pronto descubrimos que ciertos comportamientos y emociones no son bien recibidos por aquellos que nos rodean y nos cuidan, aquellos de los cuáles depende nuestra supervivencia. Y en base a ello se producen ya las primeras elecciones: elegimos aquellas conductas con las que sentimos que pertenecemos, y escondemos/reprimimos aquellas que nos hacen sentir rechazados.

La necesidad de pertenecer y de ser aceptados es un importante parámetro en la conformación de nuestra personalidad, y de nuestra respuesta ante la disyuntiva de elegir. De adultos repetimos este patrón de búsqueda de pertenencia, quedando latente en nuestro inconsciente el miedo a ser excluidos.

Conflictos y crisis nos ponen en una situación de elegir, al tiempo que nos plantean la disyuntiva de realizar una elección íntima e inconscientemente ligada – una vez más – a la fidelidad al sistema, o bien trascender los condicionamientos permitiendo que tal elección brote de un hondo lugar interior con sabor a verdad y autenticidad.

Si existe una profunda escucha interna y la capacidad de atender y respetar nuestras necesidades, la respuesta ante las disyuntivas vitales estará alineada con lo que pensamos y sentimos, y el flujo de vida discurrirá con naturalidad. De esta forma podremos ir más allá de los aparentes obstáculos, en un camino de crecimiento.

Llegar a este estado de profunda conexión es lo que pretende propiciar la Terapia Transpersonal.

 

¿Cómo se aborda el conflicto desde la Terapia Transpersonal?

El Terapeuta Transpersonal aborda los conflictos humanos desde una visión integradora, al tiempo que trascendente, sabiendo que:

“Todo lo que sucede, aparece para ser comprendido”

Desde esta perspectiva, el terapeuta acompaña a la persona a la ampliación de su visión, una visión por lo general condicionada por las memorias de dolor. Dicha expansión nos lleva a comprender que los obstáculos con los que topamos nos abren, en realidad, al auto conocimiento, a la par que nos permiten extraer los aprendizajes necesarios para romper con dinámicas emocionales limitantes y contractivas.

El Terapeuta Transpersonal procede a preguntar y escuchar desde una completa apertura que excluye cualquier forma de juicio. Cada pregunta orienta la mirada interior del paciente allí donde hay algo doloroso en torno a lo que descubrir y comprender. Poco a poco el paciente que sostiene la mirada en el conflicto supera el miedo a la aparente infidelidad a su sistema y la culpa derivada de atender a su expresión genuina, a ser diferente,procediendo a comprender yaceptar lo que hay muy dentro de sí mismo, y las derivaciones que eso tiene en sus acciones cotidianas. Más tarde termina por dar un nuevo significado a las experiencias de dolor acontecidas para finalmente comprender que todo lo sucedido le ha llevado hasta el momento presente, un momento en el que se siente con recursos y mayor maduración para afrontar la vida.

En realidad la salida del conflicto no tiene tanto que ver con dar con una solución concreta, sino con la aceptación. Dicha aceptación – que no resignación – , es posible cuando la persona se desidentifica de los discursos mentales tóxicos, expandiendo su mirada y permitiendo que la respuesta al conflicto brote del silencio interior, más que de la mente racional.

Podemos considerar que el que aprende a gestionar los vaivenes de la vida, con su consiguiente cuota de placer y dolor, reduce considerablemente su sufrimiento. Entonces podemos hablar de una resolución transpersonal del conflicto.

 

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