Viaje Transpersonal al corazón de los Balcanes de Bulgaria 

Viaje Transpersonal al corazón de los Balcanes  

Se acerca la fecha de nuestra 5º edición del viaje La ruta profunda de los Balcanes de Bulgaria… El día 1 de agosto tomaremos, cada uno desde nuestra ciudad, el avión que nos llevará a Sofía, capital de Bulgaria. Nada más salir de casa, sabremos que iniciamos una aventura que nos dejará insospechadas huellas… Un viaje para toda la vida.  

No les cuentes el secreto a quienes van a sumarse a este viaje transformador: en realidad, van a hacer un viaje a lo profundo del corazón, a través de los bellos paisajes de la Bulgaria ancestral.

 

¿Por qué los Balcanes y los Rhopode de Bulgaria? 

Bulgaria es tierra milenaria de integración cultural, a la vez que puerta entre Oriente y Occidente. Esta rica integración se saborea tanto en su gastronomía, como en las costumbres de sus gentes, así como en la arquitectura.  

Se dice de esta tierra que es la cuna de las civilizaciones europeas. Y es que, aunque en la actualidad Bulgaria es un país pequeño y bastante desconocido, por esas tierras han transitado desde los tracios, los griegos y los romanos hasta los turcos durante la conquista otomana. Muestra de ello es la bella ciudad de Plovdiv que visitaremos, y que este año es capital cultural europea: Plovdiv es la 5ª ciudad más antigua del planeta. 

Mientras paseamos por una de calles urbanas de Bulgaria, tan pronto nos puede impactar un edificio de la etapa comunista, como una sinagoga, un minarete o una iglesia ortodoxa. Podemos saborear desde platos típicos de Centroeuropa, hasta la gama de frutas, verduras y hortalizas propias del área mediterránea (aún se comen “tomates que saben a tomate” debido al método tradicional de agricultura que se sigue empleando), la deliciosa “baklava”, legada por los turcos, o el inolvidable yogur búlgaro de búfala con mermelada casera de frutos del bosque.  

En definitiva, este país ofrece al viajero un verdadero estallido de sabores, costumbres y tesoros. Tal vez lo más bello de Bulgaria es su naturaleza, que regala al viajero que se aventura más allá de la ciudad unos paisajes rebosantes de vida. El alma de los búlgaros también es bella, y para conocerla tendremos que viajar más allá del mundanal ruido de los lugares turísticos.  

Adentrarse en el alma búlgara es adentrarse en la ancestral música de la gaita, es sentarse en una roca para contemplar el mundo sabiendo que los guerreros tracios también estuvieron antes, es también tomarse un “rakia” antes de cenar hablando de las cosas de la vida, es dejarse abrazar por el silencio fértil de los bosques de abetos y hayas… Una vivencia que resulta ser la llave al propio corazón. 

Entre las cordilleras de los Rhopode y los Balcanes se extiende, de una punta a la otra del país, un gran valle en el que se cultiva la conocida y preciada Rosa Búlgara. Aunque el verano no es la época de floración, inevitablemente su aroma nos acabará inundando en algún momento. Ese aroma nos recordará que cada rosa se abre en su momento y que, una vez abierta, jamás se vuelve a cerrar.

 

Un viaje transpersonal en grupo 

Uno de los elementos más valiosos de este viaje es el grupo de viajer@s que emprende esta aventura. Tras muchos viajes transpersonales, el equipo de la EDTe conocemos de su valor.  

En cada nuevo viaje nos dejamos inundar por la belleza que se despliega en un grupo que celebra cada mañana el silencio consciente y la calidad de la presencia a través de la práctica de la meditación, que emprende caminatas meditativas en “soledad acompañada”, que comparte risas y ricas comidas, que establece intimidad compartiendo sobre “lo significativo”. 

Prácticamente nadie se conoce al principio del viaje y, sin embargo, el último día nos despedimos de personas que sentimos conocer en lo profundo. Y es que, durante los 10 días de esta aventura, aflora algo que está más allá de nuestra cotidiana “máscara” –llamémosle “personalidad”–: aflora una comunicación más profunda y, por tanto, genuina. Uno puede dedicarse a sí mismo, dirigir la mirada hacia su vida y ensanchar así su autoconsciencia. Inevitablemente, se crea un vínculo entre l@s viajer@s, porque hemos compartido más que un viaje: nos hemos asomado al corazón propio y al del otro, y esto nos deja una huella inolvidable.  

Entonces lo transpersonal pasa a ser una experiencia “vivida”; comprendemos que lo transpersonal no está en los libros, sino en el alma humana. Esta vivencia ensancha los límites del viajero que emprendió la aventura: éste regresa a casa con mayor autoconsciencia, amplitud y sentido de vida.  

 

¿Te sumas a esta aventura inolvidable? 

Puedes ver el programa completo del viaje aquí:

 

 

VIAJE: Ruta Profunda a los Balcanes

Escrito por: 

Darina Nikolaeva

 

Coordinación Formación Continua EDTe 

Psicóloga Transpersonal 

Guía del viaje