Compartir tiempo de calidad
¿Sabías que el lenguaje del amor se puede aprender y cultivar? A lo largo de los cinco artículos que compartiremos contigo durante 5 semanas consecutivas, te proponemos sumergirte en el Lenguaje del Amor a través de 5 claves de la comunicación consciente en la pareja. Si no leíste la primera clave, puedes leerla clicando en este enlace: Primera clave: Aprendiendo el lenguaje del aprecio
El tiempo de calidad
Esta semana nos adentraremos en la segunda clave de la comunicación consciente en pareja: compartir tiempo de calidad.
Tiempo de calidad es sinónimo de estar en presencia y atención plena para con uno mismo y para con el otro. Así, podemos decir que compartir tiempo de calidad equivale a compartir espacios con nuestra pareja en los que permanecemos en atención completa, escuchando e interesándonos plenamente por el otro.
Seguro que nos hemos percatado alguna vez de la distancia que se capta en algunas parejas que comparten una comida o cena en un restaurante; se percibe la distancia emocional existente: ambos miembros están físicamente, pero emocionalmente están ausentes.
Por el contrario, seguro que también nos hemos percatado de la cercanía que se percibe en otras parejas. Más allá de lo que se digan o no se digan, se les nota presentes: se miran, se escuchan, se interesan el uno por el otro. En ocasiones simplemente comparten silencios, pero en total presencia.
En este sentido, la práctica Mindfulness nos invita, una y otra vez, a retornar al único momento que existe: al “ahora”, a “este momento”.
No hay “recetas” o normas de lo que significa “compartir tiempo de calidad”, en el sentido de “ir a cenar”, “hacer un viaje”… Cada relación es única, como también lo es cada uno de nosotros. También cada cual sabemos lo que para nosotros significa estar presentes y disponibles para con el otro.
Aspectos nucleares del tiempo de calidad
La unión
Lo que sí podemos decir es que un aspecto central del tiempo de calidad es la unión. Con unión nos referimos tan solo a la proximidad física, sino a sabernos compañeros íntimos de nuestra pareja, aliados que “están ahí”, presentes en la relación, aunque en un momento dado estemos alejados físicamente debido a circunstancias diversas.
Podemos creer que compartir tiempo de calidad es “pasar mucho tiempo juntos”, pero la unión en realidad se cultiva dentro de uno mismo; en este sentido, la unión en la pareja se puede mantener, aunque nos encontremos de viaje o muy ocupados durante una etapa.
La conversación de calidad
Otro factor nuclear que influye en que el tiempo compartido con nuestra pareja sea de calidad es el diálogo significativo.
Cuando alguien se queja de que su pareja no conversa, en general no está queriendo decir literalmente que éste no pronuncie ni una sola palabra, sino que no toma parte de un diálogo significativo. La conversación de calidad implica compartir lo que para nosotros es importante y tiene un impacto emocional interno; son aquellas palabras que, cuando las pronunciamos, estamos mostrando a la vez nuestra interioridad: estamos hablando de nosotros.
La comunicación emocionalmente significativa permite abrir y compartir asimismo espacios de vulnerabilidad, algo imprescindible para que se dé la intimidad y la unión en una pareja.
Cuando propiciamos esta comunicación de calidad en pareja, encontramos un espacio donde mostrarnos y ser acogidos por el otro. Esta es una forma de cultivar el amor: nos interesamos por él/ella, a la vez que el otro se interesa por nosotros.
Muchos de nosotros estamos “entrenados” para analizar los problemas y buscar soluciones. Olvidamos a menudo que la pareja es una relación, no un proyecto para ser completado ni un problema para ser resuelto. Una relación requiere de un escuchar comprensivo, con el propósito de entender los pensamientos, sentimientos y deseos de la otra persona, al tiempo que compartimos los propios.
Así, en muchas ocasiones tendremos que obviar el dar consejos, para simplemente estar disponibles y presentes, con genuino interés por la relación, por el otro y por nosotros mismos.
Escuchar de verdad, es decir, con autenticidad y apertura, es un verdadero arte. Escuchar conscientemente es más que “abrir las orejas” y absorber información, es también más que estar de acuerdo o en desacuerdo. En realidad, escuchar conscientemente y con el corazón abierto pide prestar atención plena.
Algunas de las claves de la conversación de calidad
1. Mantener el contacto visual cuando el otro se está expresando.
2. Evitar hacer otra cosa mientras se está escuchando.
3. Escuchar los sentimientos, más allá de las palabras. Podemos preguntarnos: «¿Qué emociones está experimentando mi pareja mientras me dice esto?» Podemos incluso preguntárselo.
4. Observar el lenguaje del cuerpo –el del otro y el propio–: puños apretados, manos temblorosas, lágrimas, ceño fruncido, movimientos de los ojos… Todos estos getsos pueden darnos indicios de lo que verdaderamente está sintiendo el otro, y nosotros al escucharlo.
5. Evita interrumpir. Investigaciones recientes han indicado que, de promedio, escuchamos solamente diecisiete segundos antes de interrumpir introduciendo ideas y opiniones propias. La intención de querer comprender al otro mientras se expresa puede ayudarnos a no interrumpir.
Artículo basado en temario de Terapia Transpersonal de Pareja