El camino de la Educación Mindfulness ha llegado en los últimos años a confluir en una gran avenida que está extendiendo en escuelas y hogares la cultura de la quietud, la observación, el silencio y la compasión.
Desde la Escuela Española de Desarrollo Transpersonal aportamos nuestro propio enfoque en este contexto de búsqueda de nuevos paradigmas educativos: el de la Educación Mindfulness Transpersonal. Este rumbo hace una aportación significativa al señalar hacia la realidad esencial del observador, un ancla interior de identidad que resulta enormemente clarificadora para el desarrollo del niño. Nos lleva a recordar lo que en realidad somos, a la vez que confía en la necesidad de desarrollar un ego maduro, en lugar de anularlo.
Reconocemos que existe una necesidad de saber al menos cuáles pueden ser los principios generales que sustentan esta nueva visión, las nuevas reglas del juego educativo desde este enfoque, que recogemos en una propuesta de decálogo que pretende ser ajena a la idea de “mandamientos”, y más cercana a una serie de sugerentes propuestas de atención que pueden guiar la ineludible indagación personal de cada educador.
1. Educamos por lo que somos, aprendemos por lo que vivimos
2. Mantenemos un profundo estado de presencia
En meditación entrenamos el volver una y otra vez de forma amable al presente y a lo que hay, gracias al enfoque en la respiración. La vida cotidiana, y en ella la labor educativa, se impregna de esta práctica de regreso al ahora.
Observamos cuándo nos estamos preocupando y dejando volar la mente hacia un catastrofismo ilusorio. Observamos cuándo nuestra visión está empañada y condicionada por lo que creemos saber del otro a la distorsionada luz del pasado. Y en ese mágico “darse cuenta” encontramos el umbral de vuelta al aquí y al ahora, libre de creencias limitantes y abierto al milagro de lo nuevo.
Solo ahí, en ese instante atemporal, podemos estar plenamente disponibles para vaciarnos de nuestros prejuicios y de nosotros mismos, distanciarnos de las trampas perceptivas y así poder ver realmente al otro.