Con este último artículo de 5 completaremos el recorrido por el Lenguaje del Amor. En esta entrega profundizaremos en el contacto físico como la 5ª clave de la comunicación consciente en la pareja. Si no leíste los anteriores, ahora puedes hacerlo aquí:
1ª Aprendiendo el lenguaje del aprecio
2ª Compartir tiempo de calidad
La importancia del contacto físico en la pareja
Es bien sabido que el contacto físico es una manera de comunicar amor. Numerosas investigaciones en el campo del desarrollo infantil han llegado a esta conclusión: los niños que son acunados, abrazados y besados desarrollan una vida emocional más saludable y un apego seguro, más que aquellos que son dejados solos y sin contacto físico por largo tiempo.
El contacto físico es también un poderoso vehículo para comunicar el amor de pareja; es, además, un acto que propicia la liberación de oxitocina, también conocida como la “hormona del amor y la felicidad”.
Cogerse de las manos, besarse, abrazarse y tener relaciones sexuales son importantes medios de comunicación del amor en la pareja. Y lo cierto es que para muchas personas el contacto físico es su lenguaje principal.
De los cinco sentidos, el tacto –a diferencia de los otros cuatro– no se limita solamente a una determinada área del cuerpo, sino que se extiende a todo el cuerpo, aunque algunas partes sean más sensibles que otras. Así, por ejemplo, la punta de la lengua es altamente sensible al tacto, mientras que la espalda o los hombros son menos sensibles. Las puntas de los dedos o la punta de la nariz son también áreas extremadamente sensibles.
El hombre, al ser físicamente empujado para tener alivio sexual de forma regular, puede creer automáticamente que su principal forma de comunicarse es a través del contacto físico. Pero si éste no disfruta del contacto físico en otros momentos de una manera no sexual, el tacto puede no ser su principal forma de comunicación.
El deseo sexual no siempre está vinculado a la necesidad emocional de sentirse amado y perteneciente. Esto no significa que la relación sexual no sea importante, pero bien sabemos que la relación sexual de por sí no llena la necesidad de amor que todos tenemos.
En este sentido, convendrá cultivar otros espacios para mantener contacto físico, además del sexual. Es importante “tocarse mucho y muchas veces” a lo largo del día. Y, para ello, podremos encontrar incluso momentos fugaces en los que tocarnos físicamente con nuestra pareja: desde un roce cariñoso en la cocina, hasta cogerse la mano mientras se mira una película.
¿Verdad que no es lo mismo despedirse por la mañana con un “adiós despistado” sin apenas mirar a nuestra pareja, que hacerlo mirándole a los ojos mientras le damos un abrazo? Lo que cambia es el contacto físico, a través del que mostramos atención y cariño.
El contacto físico sostenido y cultivado es un importante factor en la calidad de la relación a lo largo del tiempo. Es fácil que con el paso de los años descuidemos la relación, dejando de tocar y de abrazar, por ejemplo, a nuestra pareja; y esto acaba pasando factura…
Por el contrario, si seguimos mostrando interés hacia nuestra pareja a través del contacto físico, en realidad estamos cultivando la llama del amor.
Recuerda “tocar mucho y muchas veces” a tu pareja.
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